Schumpeter: la creatividad y los emprendedores

La estrecha relación entre creatividad y economía se hizo presente a inicios del siglo XX cuando Joseph Schumpeter la abordó como ‘un hecho esencial del Capitalismo’ en su teoría sobre ‘el Proceso de Destrucción Creadora’ (o también de ‘creación destructiva’). El Proceso de Destrucción Creadora describe los caminos mediante los cuales los viejos modos de […]

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La estrecha relación entre creatividad y economía se hizo presente a inicios del siglo XX cuando Joseph Schumpeter la abordó como ‘un hecho esencial del Capitalismo’ en su teoría sobre ‘el Proceso de Destrucción Creadora’ (o también de ‘creación destructiva’). El Proceso de Destrucción Creadora describe los caminos mediante los cuales los viejos modos de hacer las cosas son destruidos y reemplazados por nuevos caminos, siendo el protagonista central el emprendedor innovador. Se trata de un individuo fuera de lo común por su vitalidad y por su energía sin límites, que se arriesga y no se deja vencer por fracasos temporarios. El emprendedor innovador no es necesariamente un inventor, que puede ser un genio, un técnico o científico amateur o de profesión. Para Schumpeter el emprendedor crea mercados para los inventos de los genios; se destaca por su perseverancia y por su ambición, por su empuje en creación de empresas y proyectos emprendedores (aunque puede darse el caso de un inventor que sea al mismo tiempo emprendedor). Podemos encontrarnos en nuestras sociedades con emprendedores ‘a secas’, o sea emprendedores no innovadores y emprendedores-innovadores, emprendedores no creativos y emprendedores con una alta capaciad creativa.